Durante mi paso por la facultad de Bellas Artes tuve muchas asignaturas donde las modelos posaban largas horas para los estudiantes, eran las protagonistas de nuestras pinturas y dibujos. No recuerdo ninguna que tuvieran una talla inferior a 42, poseían cuerpos poderosos, repletos de volúmenes, eran las Venus de Milo de la facultad y todos copiábamos la armonía de sus proporciones en nuestros lienzos. En la historia del arte podemos encontrar innumerables mujeres que destacan por sus curvas, tanto en escultura como en pintura, desde la famosa Venus de Willendorf, perteneciente a la era del Paleolítico, hasta las modelos que aparecen en los reconocidos cuadros de Lucian Freud. Hace relativamente poco leí un artículo donde Ashley Graham, famosa modelo estadounidense de talla 46, explicaba lo siguiente:
“No importa si tienes una talla 32 o una 52, puedes estar sano siempre que cuides tu cuerpo, trabajes y te digas a ti mismo «te quiero», en vez de aceptar la negatividad de los estándares de belleza. Creo que se puede estar sana tengas la talla que tengas, lo importante es que cuides tu cuerpo, hagas ejercicio y destierres la negatividad originada por los estándares de belleza tradicionales«.
Las modelos plus-size o curvys poseen cada vez más fuerza en las pasarelas de los últimos años. Aún así nos queda un largo camino por recorrer. Muchas tiendas ya están incluyendo tallas 44-46 en sus escaparates pero todavía existen marcas que se limitan a la talla 42.
Hace unos años vi una película que me pareció muy interesante y está relacionada con este tema, se llama Las mujeres de verdad tienen curvas, dirigida por Patricia Cardoso. Si tenéis oportunidad os invito a que la veais.
Gracias Adriana por posar ante mi cámara y por promocionar las fabulosas camisetas de algodón orgánico de la marca colorbroza, estoy convencida de que tu entusiasmo te llevará muy lejos como modelo dentro de las pasarelas de moda Curvy.
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