En esta sesión comprobé que pasear por dunas es una tarea bien difícil. Los pies se hunden al caminar y si corre un poquito de viento la arena te golpea sobre la piel como pequeños alfileres. Pero quizás lo que más me sorprendió es la facilidad que tiene el viento de deshacer nuestro camino. Al andar vamos dejando los surcos de nuestras pisadas y sin embargo, unos minutos más tarde, no habrá rastro de ellas. El viento borra cualquier senda casi al instante y nosotros la rehacemos desde otro lugar. Miriam&Juan son igual de dinámicos que el viento que sopla en las dunas, hacen y deshacen a un ritmo de vértigo. Es una pareja llena de energía, y no lo digo sólo porque sean los runners más activos que conozco, lo digo porque cuando están juntos podrían mover montañas si se lo propusieran.
Gracias miriam&juan por compartir conmigo la belleza y los secretos de las dunas en Maspalomas.
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